lunes, 3 de noviembre de 2008

Japuta!!

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Ni de coña te creas que vas a intimidarme con tu llegada. Ni siquiera me asustas. No me importa que me hayas dejado el vaso vacío; mientras tenga vaso, tendré hueco para llenarlo de todo lo que me satisfaga. Pronto volverá a estar medio lleno... vigila, entonces, no te arrée con él en tu deplorable cabezota.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

que bien te lo pasas en el camping,eh?...pues lo peor está aun por venir,o eso dicen, asi que ve sacando todos los vasos q tengas en el armario q se los va a beber todos.

Anónimo dijo...

No jodas que a tí también te ha visitado la Japuta de la crisis!!!
Qué te voy a decir, paciencia y ya vendran tiempos mejores. SUERTE!

Choose dijo...

QUIEN IBA A SER: de momento la tengo entretenida con el agua. Espero que no le de por meterle mano al vino. Me los beberé antes de que los descubra.

ELI: visita, dices!!?? Que se me ha instalado en casa, la jodida. Y si me descuido me mete también a su pariente el Fatalismo y por ahí sí que no paso. Ya la cogeré, ya. Está todo controlado, no patiu.

Anónimo dijo...

Las crisis son inherentes al sistema. Mientras sigamos adorando al dios del mercado y de la bolsa, sus designios inescrutables continuarán sacudiendo nuestra sociedad a ritmo de vacas gordas, vacas flacas.
Pero tranquilos, ahora Zapatero ya podrá ir a la cumbre de los veintitantos, y junto con el moreno y el francés van a refundar el capitalismo. Van a curar al enfermo con los mismos medicamentos que le ha hecho enfermar.
La libertad en el pensar, en la educación, en la religión, en las ideas está en su ámbito correcto. Pero la libertad en la economía no es sostenible y lleva al caos. Hay un precio justo para cada bien, producto o servicio que nada tiene que ver con la ley de la oferta y la demanda. Libertad (en las ideas), Igualdad (ante la ley) y Fraternidad (en lo económico.
¡Ojo!no estoy hablando de comunismo (que también fracasó), sino de la futura triformación social, el espíritu auténtico de la revolución francesa y que aún no nos hemos atrevido a llevar a la práctica.
Las crisis continuarán siendo japutas mientras no sirvan para nada. Si la cumbre de los veintitantos nos va a traer más de lo mismo, estaremos otra vez en el mismo callejón sin salida: vacas gordas-vacas flacas, bonanzas-crisis. ¿Cuántos años más así?