domingo, 26 de octubre de 2008

Enanos a los hombros de gigantes


Somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra, sino porque somos levantados por su gran altura. Bernard de Chartres.

Necesitamos de gigantes en quien apoyarnos y por supuesto de enanos que ayuden a crecer a esos gigantes a los que subirse para poder mirar cada vez más lejos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Donde está Wally?

Anónimo dijo...

¿Sabéis quién era San Cristóbal, patrón de los conductores? Pues ni más ni menos que un gigantón. Cuentan que Cristobal era un hombre fornido y de gran corpulencia que se ganaba la vida en la orilla de un rio portando a todo aquel que quisiese atravesarlo. Era un hombre generoso y que cruzaba a quien fuese aunque no pudiese pagarle. En una ocasión cruzó a un hombre y se extrañó porque no pesaba nada, era como si no llevase carga, al llegar a la orilla el hombre le dijo que era Jesús. San Cristobal por este motivo es representado tradicionalmente portando a Jesús sobre sus hombros.
De ahí que fuera tomado como patrón, en un primer momento por el gremio de los arrieros, que fueron ampliados a los camioneros y finalmente a todos los conductores.
Y si como dijo el poeta: nuestras vidas son los ríos...,pues más vale que nos busquemos un buen gigantón para cruzar nuestro río. Los hijos tienen a sus padres,y nosotros nos tenemos a nosotros mismos, pero ¿somos ya gigantes?, o ¿tal vez sólo enanos?