Pues eso, que todo lo que empieza, acaba. Ya he vuelto de mis vacaciones veraniegas y aquí os muestro parte de mi viaje por el país Galo.

Si el infierno es el lugar o estado de sufrimiento donde las almas de los pecadores son castigadas, yo lo situaría aquí. ¿Mi pecado? Querer materializar las fantasías de una niña de 6 años, guiándola hacia una realidad prefabricada.


El cielo lo conseguimos tocar en París, a 300 mts. de altura después de hacer dos colas más largas que las del DNI (una de 2 horas en la calle y otra de 3/4 en el segundo piso). Y es que el cielo hay que ganárselo con esfuerzo. Claro está que anteriormente ya habíamos puesto a prueba nuestras capacidades físicas y mentales con un duro entrenamiento (en lo que a colas se refiere) en Eurodisney. En este caso, valió la pena perseverar. ¿Nuestra recompensa? Poder abarcar una ciudad como París con una mirada.


Después, durante una semanita más, fijamos nuestro campo base a 40 kms de Burdeos. En el antiguo y bello pueblo de Saint Émilion.

Allí, rodeados de viñedos y Chateaux, se pusieron alerta todos nuestros sentidos. Qué vinos!!!
El nombre del pueblo viene dado por un monje benedictino que allá en el siglo VII excavó una ermita en una de tantas cuevas que hay y vivió en la más extricta soledad. La cueva donde vivió, coincide con el emplazamiento de la actual iglesia monolítica que fue cavada durante los siglos VIII y XII.

También nos acercamos al litoral aquitano. Allí se encuentra un monumento natural en movimiento: la Gran Duna de Pilat. Con 104 mts. de altura, es la duna más alta de Europa.

Desde su cresta pudimos disfrutar de sus vistas: el océano y la entrada de la bahía de Arcachón por un lado y los bosques de las Landas por el otro.

La subida a la duna no nos costó mucho porque han habilitado unas escaleras. Para bajar los más de 100 mts. sólo tienes que coger carrerilla y lanzárte como quieras (yo recomiendo bajar haciendo la croqueta).
6 comentarios:
Bonitas vacaciones. Yo propongo, además de la croqueta para tirarse, hacer el calamar. Es lo mismo pero con las piernas abiertas...levantas mucha arena y es superespectacular.
Lo superespectacular es cómo dejas después el interior del coche!
Que bonito choni, ahora solo queda probar esos vinos para saber si es cierto que son tan buenos como deciis.
En tu casa o en la mia??
El vino necesita vigilancia, amor y cuidado hasta el último momento. Una temperatura excesiva, un mantel de color inadecuado o una copa con olor a detergente pueden destruir en un instante la belleza y la seducción de un gran vino.
Pero aún a riesgo de que se puedan modificar la calidad y la percepción de las características del vino con los estampados de tus manteles, aceptaré la invitación en tu casa.
bonitas fotos...que casualidad, son las mismas que tengo yo en la enciclopedia National Geografic...en cuanto al vino, no será el mismo que me pusiste a mi: una botella de cristal muy bien presentada que ponia Bordeaux récolte 2001 y dentro le habiais puesto Don Simon....
Anónimo, la única foto que he cogido de la Enciclopedia del National Geographic es la de las zapatillas púrpura en la duna.
Y el vino, bien que te lo bebiste, eh?
Saludossss.
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